Esta semana el diario Ámbito Financiero publicó un informe con la voz de varios especialistas que acercan recomendaciones para el trabajo de los periodistas frente a la pandemia de coronavirus.
Aquí recuperamos algunos de los conceptos centrales asociados a las formas que debe informarse sobre el tema y los riesgos de las campañas de desinformación.
Mario Riorda es académico, docente, politólogo e investigador. Define «infodemia» como «un serio problema de desinformación que aumenta la propagación producto de la desinformación a escala masiva. Técnicamente es una epidemia de mala información, o bien mala información que posibilita una epidemia vía datos falsos, errados o maliciosos que se propagan por redes sociales».
El analista y consultor comunicacional explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que el nivel de estigma asociado con Covid-19 se basa en tres factores principales: es una enfermedad nueva para la cual todavía hay muchas incógnitas; a menudo tenemos miedo de lo desconocido y es fácil asociar ese miedo con «otros».
El riesgo de la discriminación
Por eso, Riorda indica que «las palabras utilizadas para nombrar cosas o situaciones son importantes y condicionan las acciones» y ejemplifica: «Caso sospechoso» está contraindicado porque perpetúa estereotipos.
De esta manera plantea que se recomienda hablar sobre «personas que tienen Covid-19», «que están siendo tratadas por…», «personas que se recuperan de…», «personas que murieron después de contraer…», «con la enfermedad de…», «víctimas de…», «personas que pueden tener…» o «que son presuntas de…».
«Tampoco se deben adjuntar ubicaciones o etnias a la enfermedad: no es ‘Virus Chino’ o ‘Virus asiático'» y destaca que «usar terminología criminalizante o deshumanizante crea la impresión de que las personas enfermas de alguna manera han hecho algo mal o son menos humanos que el resto».
FUENTE: Ámbito Financiero